TIERRA ABIERTA, POSADA DE ILUSTRES COMENDADORES
SOCUÉLLAMOS
Historia de Socuéllamos
A pesar de existir restos de asentamientos íberos y romanos, el primer testimonio escrito de la existencia de Socuéllamos data de la época de Fernando IV (siglo XIII), cuando las disputas por un pozo separan a dos pequeños villarejos, de uno de los cuales se formaría el germen de la población actual, convirtiéndose en la tercera Encomienda de la Orden Militar de Santiago y la novena de España, y llegando a hacerse cargo de ella ilustres Comendadores.
La concesión de la “Carta Puebla” de Socuéllamos, otorgada por Don Juan Osórez, gran Maestre de esta Orden, por la que eximía del pago de tributos a todo aquel que plantara viñedo, ligó para siempre la historia de Socuéllamos al cultivo de la vid y a la elaboración del vino.
Otros grandes comendadores que dejarán su huella, serán Don Antonio de Mendoza, Virrey de Méjico y Perú, uno de los ilustres moradores de la Casa de la Encomienda, en cuyos aposentos durmió Santa Teresa de Jesús y cuya venta de Manjavacas parece que inspiro aquella en la que El Quijote fuera armado caballero; y su propio hijo, personaje del que hablara Cervantes en su obra el Gallardo Español, y cuya casa parece que podría haber inspirado la del Caballero del Verde Gabán.
Qué ver en Socuéllamos
Fiestas en Socuéllamos
“El calendario de fiestas en Socuéllamos comienza la víspera de San Antón, con las “luminarias”, continuando con las fiestas de Carnaval. Y tras la cuaresma, la Semana Santa, una celebración documentada ya en el s. XVI, siendo esta una de las celebraciones que más visitantes atrae a la ciudad.
Las Cruces de Mayo, festividad con raíces en tradiciones ancestrales, convoca a la fiesta a toda la población, con las cruces y altares que llenan las casas y plazas de la ciudad en esas fechas.
La Romería de San Isidro, el domingo más próximo al 15 de mayo, precede a la feria y fiestas que a principios de agosto se celebran en honor del Santísimo Cristo de la Vega.
Pasado el verano, en los primeros días de septiembre, la Fiesta de la Vendimia, en honor a la Patrona y Santísima Virgen de Loreto, en la que se realiza la ofrenda del primer mosto obtenido de la cosecha, con numerosas actividades y festejos dentro del programa de Manchavino, como catas y degustaciones en el elegante Patio del Vino, a los pies del Museo.
Y finalizando el año la Feria y Fiestas de Todos Los Santos, única en todo el territorio nacional, resultado del mantenimiento de la tradición de la feria comercial que tenía lugar en Socuéllamos, con motivo de la finalización de la vendimia.
Son algunas de las festividades de la localidad a las que se unen otras celebraciones artísticas y culturales, como la Muestra Nacional de Teatro, el Festival Internacional de Folclore, o fines de semana de Jazz... variedad y calidad para todas las edades y gustos...”
Gastronomía
La gastronomía Socuellamina: Rica y sabia... con ingredientes de la mayor sencillez consigue platos extraordinarios
Un estilo propio donde lo verdaderamente original es la sabiduría en su elaboración, manteniendo siempre la calidad y aunando tradición e innovación.
Esta tierra de clima extremo, tiene que adecuar su dieta al medio físico y lo hace con el buen hacer que da la experiencia: en invierno gachas, migas ruleras para vendimia con uva o melón, junto con las tortas de mosto, el arrope y el mostillo. En época de caza los gazpachos manchegos o la perdiz en escabeche. Potaje con rellenos, bacalao en todas sus variedades, torrijas y arroz con duz en Semana Santa; y en cualquier época del año pisto y queso manchego, caldereta de cordero, lomo de orza, panes de cruz recién horneados, dulces caseros y la popular zurra, harán las delicias de cualquier visitante en un entorno acogedor, donde el trato personal y la amabilidad de su gente unido al perfecto maridaje con sus vinos, harán disfrutar de momentos únicos.